viernes, 14 de febrero de 2014

¡Benditos jueves!

Cuando empecé la universidad, la terrible idea de la separación empezó a rondar entre mis amigas. ¿Dónde quedarían todos aquellos secretos que "no podíamos contar a nadie" pero compartíamos con ellas porque sabíamos que estaban a salvo? ¿Y esas noches en vela en las que no parábamos de hablar? ¿Dónde irían todas las experiencias que habíamos vivido? ¿Y que se haría de las risas, las alegrías y los lloros compartidos? 


Cada una de nosotras iba a estudiar cosas diferentes y mantener la amistad se veía, cuanto menos, difícil. Y así hubiera sido si no fuera por los jueves. Propusimos reunirnos, como mínimo, una vez a la semana y ponernos al día de todo lo que nos pasaba. No teníamos que ir todas, pero sí intentarlo. Así que, algunos jueves seríamos más y otros menos, pero siempre con la certeza que el próximo volveríamos a vernos.

Ni yo misma creí que fuera a funcionar. Supuse que nos duraría un par de semanas, hasta que la pereza, la distancia o el destino decidieran separar nuestros caminos definitivamente. Pero casi un año después seguimos reuniéndonos cada jueves, contándonos las cosas más insignificantes, y las que más nos preocupan. Seguimos compartiendo secretos que sabemos que se guardarán. Seguimos quedándonos hasta las tantas sin parar de hablar. Seguimos compartiendo experiencias, penas y alegrías. Pero lo mas importante: seguimos juntas. Y es que juntas, es mejor.



M.




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