sábado, 27 de septiembre de 2014

Bienvenido

Bienvenidos los llantos y las noches sin sueño. Bienvenidas las primeras sonrisas y los centímetros imprescindibles. Bienvenidos los biberones, los pañales y la ropa que se queda pequeña.

Bienvenido a casa. Y bienvenido a un viaje que, por suerte, hacemos juntos.


No puedo asegurarte que sea fácil. A penas llevo 20 años aquí y he sentido pena, rabia y dolor en más ocasiones de las que querría. He llorado quizás demasiado. Me he decepcionado al ver el mundo que hemos creado y he sufrido pensando en el porvenir.

No puedo asegurarte que sea fácil. Pero te prometo que valdrá la pena: por cada experiencia que te hará crecer; por cada buen recuerdo que guardarás como un tesoro; por cada pedacito de esperanza que te impedirá abandonar cuando huir parezca la única salida. Por cada granito de arena que podrás aportar; por cada persona que conocerás, por cada lección que aprenderás y por cada sueño que cumplirás.
Por todo el amor, la fe y la belleza, valdrá la pena.

Y valdrá la pena porque, a pesar de todo el sufrimiento y el dolor, cada página en blanco es una nueva oportunidad. Y tú tienes el libro entero por empezar.

Así que tómate tu tiempo, no te asustes, ni tengas miedo a equivocarte. Porque serán tus errores los que forjaran el hombre en el que te convertirás. Déjate llevar. Quiere profundamente, saboreando cada instante y asumiendo cada una de las consecuencias. Ríe hasta no poder mas. Besa hasta que tus labios se desgasten. Imagina las historias más increíbles, y sueña los deseos más impensables. Lucha como el que más y, cuando las cosas se tuerzan, llora hasta que no caigan más lágrimas.

No puedo darte grandes consejos, pero si me lo permites, te diré que tienes por delante la mejor y más emocionante de las aventuras. Aprovéchala, aprende de ella y, sobre todo, vívela. Al fin y al cabo, la vida es un regalo, pero solo tú puedes decidir que hacer con él.

Bien venido. Y por fin llegado.

-M.